jueves, 3 de enero de 2008

Saboteando la Operación Enmanuel

por José Jesús Villa Pelayo

Está claro que la denominada "Operación Enmanuel" fue saboteada, de principio a fin, tanto por el gobierno colombiano como por el gobierno de los Estados Unidos. Jamás existió la intención genuina de permitir la entrega de los tres rehenes. Y, a pesar de que el gobierno de Colombia dio el visto bueno a las autoridades venezolanas para ejecutar la operación, luego la sabotearon con varias oscuras intenciones.

Como afirmé antes, el presidente Uribe no estaba interesado en llevar a buen término el canje humanitario ni permitir la entrega de los rehenes, prueba de ello es que, efectivamente, y según las informaciones más fidedignas,
en la zona de entrega de los rehenes, se realizaban operaciones militares y de inteligencia a gran escala. Porque todo el mapa colombiano se transformó, repentinamente, en un enorme escenario y tablero del juego geopolítico y militar en América del Sur. Y lo que en realidad estaba en juego era el futuro político del subcontinente y, por esta vía, la permanencia del Plan Colombia y la presencia militar estadounidense en suelo de la América meridional. En consecuencia, la realidad tras bambalinas era más dura y lúgubre de lo que muchos piensan. Por ello, para contrarestar la "operación Enmanuel" se diseñó una "Operación Negra" que no tenía otra intención que desacreditar a las FARC y dejar en ridículo tanto al presidente Chávez como al presidente Kirchner, en el marco más amplio del sabotaje de la formación del Eje Caracas-Buenos Aires. Lo que está en juego es el fin de la dominación estadounidense en Latinoamérica. Y esto es irrefutable.

En realidad, durante toda la Operación Enmanuel se realizaba sobre Colombia una enorme Operación de Guerra Electrónica y Bloqueo de Comunicaciones, con personal de la CIA, NSA e Inteligencia del Ejército y la Armada estadounidenses desplegados en territorio colombiano, con el auxilio de los aviones fantasmas F-117 Nighthawk y la efectiva triangulación del país. Todo el personal militar estadounidense en Colombia estuvo en alerta y actividad a las órdenes de los jefes militares del Comando Sur, porque la idea siempre fue hacer fracasar la entrega de los rehenes. Mientras tanto, el ejército colombiano activaba operaciones militares a gran escala que, sabían, impedirían el éxito de la entrega. Asimismo, el gobierno colombiano agobiado por la "Operación Enmanuel" y sus imlicaciones políticas a nivel regional, nacional e internacional preparaba la fase propagandística de la Operación Negra, diseñada en los más oscuros rincones de algún laboratorio de Guerra Psicológica, para ponerle fin a la "Operación Enmanuel".

De hecho, las declaraciones del presidente Uribe crearon inmediatamente la matriz de opinión según la cual las FARC habían mentido al mundo sobre el pequeño Enmanuel quien, en realidad, y según la versión del gobierno colombiano, no estaría en poder de la guerrilla. El presidente Uribe, su gobierno, y las familias que controlan el poder en Colombia, estaban tan aterradas con el éxito de esta Operación, así como con el papel de mediación del presidente Chávez, que, finalmente, terminaron por abortar este engendro, esta obra vil para darle un fin tragicómico, muy bien planificado, al recate de la señora Clara Rojas, su hijo Enmanuel y la ex congresista Consuelo de Perdomo.

No hubo nada dejado al azar. Y no era para menos. Ya estaba decidido. Desde las altas esferas del poder en Washington no se permitiría el éxito de la "Operación Enmanuel".

No hay comentarios: